gotas desbordantes para mares entusiastas; luminosidades insinuantes para estornudos de rienda suelta!
lunes, octubre 19, 2009
sábado, octubre 17, 2009
Íbamos hacia el oeste a sumergirnos con el sol en lo desconocido, como llevados por nuestra naturaleza a una fiesta de fuego. Después de tantos ocasos apenas contemplados, aquél viernes por fin íbamos a atardecernos.
Va a ser difícil ser hoy un tren nocturno y mañana una sombra y después un barrilete, y el sábado por fin un ciempiés. Pero es mi destino; una especie de destino semanal que tengo, como de vida hormiga.