martes, diciembre 19, 2006

Close encounter


El encuentro ocurrió fortuitamente. Uno corría en una dirección, el otro en la contraria.
Ambos estaban angustiados. Ambos habían llorado. Ambos se habían sentido mejor después de llorar y de dormir mucho.
Se chocaron de frente, pero no con mucha fuerza. Los libros que traía uno de ellos cayeron al piso. El sentido común decía que el choque había ocurrido por la imprudencia de ambos, entonces nadie pidió perdón. El choque, de hecho, los despabiló. Uno ayudó al otro a levantar los libros.Y luego, estando los dos de pie, el mercenario dijo: No entiendo mi sangre. Y el traidor contestó: No entiendo mi letra.

martes, diciembre 12, 2006

No jodamos.


Si el gol de caño vale doble, el susto propinado a un fantasma, también.

martes, diciembre 05, 2006

León


Mi perro es ateo.
Mi perro quiere dominar el mundo.
Semejante espíritu no puede ser considerado "una mascota".
Mi perro es un colega.
Mi perro es mi amigo.