lunes, agosto 07, 2006

No se culpe a nadie, Cortazar


El cuatrimestre pasado le pidieron a mi hermana como parte de un trabajo para la facultad, que escribiera un comentario o interpretación del cuento "no se culpe a nadie", de Cortazar, y lo acompañara con un dibujo -usando cualquier técnica- que ilustrara algún aspecto de esa visión del relato que había desarrollado. Como me gusta ese cuento, me convocó para la tarea. Lo releímos y nos pusimos a charlar. Aquellos días, nutriéndome de algunas ideas de Nietzsche en algún curso de Alejandro, lo vi desde otro lado. La imagen que mencionamos al final es el dibujo que hizo ella, pero no lo tengo para postearlo. Nos quedó así...


“No se culpe a nadie”

El personaje del cuento se encuentra frente a un problema. El obstáculo se nos presenta exigiendo toda nuestra fuerza y prometiendo duplicarla si salimos airosos. Lo hayamos ido a buscar o no, el conflicto es un trampolín al crecimiento.
El clima cuando estamos atravesando ese estado de conflicto, suele ser frío: “El frío siempre complica las cosas”.
El pulóver azul, es el problema y es también la angustia que le genera al sujeto esa batalla. El problema que intenta domar y la angustia que no logra ubicar, acomodar (meterse) en el cuerpo para, con ella a cuestas, salir a enfrentar el escollo y llevarse la recompensa.
Sus dos brazos participan de la acción, y el brazo traidor es tan suyo como el brazo heroico.
Este sujeto es entonces, como cualquiera de nosotros, y como dijera Nietzsche de sí mismo, una línea ascendente y una línea descendente. Suma, y también resta. Es fuerte y es débil y todo al mismo tiempo y dado vuelta.
El hombre peleando con el pulóver, quizás no logra elegir o no encuentra en su capacidad, los remedios adecuados, los que necesita. No tiene la fuerza que exige la parada y se suicida. En palabras de Nietzsche, “lo que no me mata, me hace mas fuerte”. Al personaje de Cortazar, el obstáculo lo mata.
En la imagen, su mano izquierda lo salva y la derecha lo hunde. En su incapacidad, se siente encerrado en una jaula que alguien (él mismo) puso en su cabeza.


Para leer el cuento, click

2 comentarios:

Sussy dijo...

*Un cuento solo digno de Cortázar...


Muy de acuerdo con su interpretación. Justa y concisa.

Saludos, de Chile ^^



"por que lo que no te mata, te hace más fuerte"

Mare dijo...

Gracias Sussy! Un cuento escalofriante. Te mando saludos de éste lado del cordón!