Conozco una fruta, jugosa y madura, que se hamaca con empeño y pide a gritos que un sentiviento la ayude a caer lejos de su árbol.
Impacientarse es perderse la paciencia a sí mismo, se repite, y se sigue hamacando.
gotas desbordantes para mares entusiastas; luminosidades insinuantes para estornudos de rienda suelta!
2 comentarios:
“Sentiviento”, que linda palabra me salió, ¿no?
Sí, linda palabra. Linda palabra.
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