lunes, octubre 01, 2007

El día que Nietzsche lloró (fragmento)

Se me ha dado por ponerme a releer cosas que subrayé en los últimos libros que leí. No porque sí, sino porque me han marcado. Quiero exprimirlos para llevarme de ellos todo lo que pueda (he notado que estoy eligiendo con muy buena salud qué cosas quiero leer y me pone contento). En este caso, el fragmento es algo subrayado de El día que Nietzsche lloró, de Yalom, porque hace poco fui a ver la versión teatral y volví re-hechizado. Sin más preámbulos, lo anunciado:


-Yo podría hacerle la misma pregunta, profesor Nietzsche. Usted dice que no gana nada con su trabajo. Entonces, ¿porqué se dedica a la filosofía?- Breuer intentaba seguir con la ofensiva, pero su ímpetu disminuía.
-Ah, pero hay una diferencia importante entre nosotros. Yo no finjo hacer filosofía por usted, mientras que usted, doctor, finge que su motivación es serme útil, aliviar mi dolor. Eso no tiene nada que ver con la motivación humana. Es parte de una mentalidad de esclavo hábilmente ideada por la propaganda de los sacerdotes. ¡Penetre más en sus motivos! Encontrará que nunca se ha hecho nada enteramente por los demás. Todas las acciones van orientadas hacia uno mismo, todo servicio sirve a uno mismo, todo amor es amor por uno mismo- Las palabras de Nietzsche brotaban cada vez más deprisa-. ¿Le sorprende mi comentario? Quizá esté pensando en las personas que ama. Profundice más y se dará cuenta de que no las ama: lo que ama es la agradable sensación que produce ese amor en usted. Usted ama el deseo, no a quien desea. Por eso, ¿puedo volver a preguntarle por qué quiere atenderme?

3 comentarios:

La.- dijo...

Increíble. Yo subrayé lo mismo. Supongo que es imposible leer ese fragmento y no sentir que hay que hacer algo con eso, al menos destacarlo.

Lara.

Mare dijo...

Que bueno Lara!, tal cual, es increible la fuerza que tiene!

Anónimo dijo...

Realmente genial